El pasado martes quedó
oficialmente inaugurado el Paseo de la ría que ha construido el Puerto de
Huelva. Un equipamiento con más de un kilómetro de longitud y 80 metros de
ancho que, a través de un cuidado diseño, se configura como un extraordinario espacio
libre a la orilla de la ría que está llamado a convertirse en uno de los
lugares más emblemáticos y transitados de la ciudad.
Los pocos días que
lleva abierto al público pueden calificarse de rotundo éxito: miles de personas
se han acercado a visitarlo y la opinión de la inmensa mayoría es claramente
favorable. En apenas horas la gente de Huelva ha hecho suyo el paseo y se
siente orgullosa de una obra que muestra la mejor cara de la ciudad; hasta
tengo para mí que la nueva dotación va a contribuir a que propios y extraños
cambien el concepto estético que hasta ahora tenían conformado de la ciudad.
El paseo tiene,
además, la virtud de haber acercado a Huelva a lo que siempre ha querido ser:
una ciudad que mira a la ría consciente de que ahí está su historia y su
futuro; una ciudad con hambre de cambio, progreso y modernidad; una ciudad que
tiene la voluntad de potenciar sus recursos naturales como uno de sus más
poderosos atractivos; una ciudad dinámica desde el punto de vista económico;
una ciudad abierta y acogedora; que mira desde la concordia a otras
fronteras...
En una época de
cuestionamiento de lo público, la infraestructura explica con nitidez cómo la
iniciativa pública puede liderar la transformación de una ciudad, a través de
proyectos promovidos y financiados por los poderes públicos en coherencia con
un modelo claro y sensato de ciudad.
El nuevo paseo y sus
maravillosas vistas a la ría y al paraje natural 'Marismas del Odiel'
constituyen una magnífica noticia, como lo es el trabajo que sigue realizando
el Puerto de Huelva para culminar en los próximos años un proyecto urbanístico
que va a sentar las bases de la Huelva del futuro con la remodelación del
Muelle de Levante y la construcción la Ciudad del Marisco, espacios que se
unirán al recién inaugurado paseo. Una vez urbanizada esta franja en la orilla
de la ría, se convertirá en la imagen de la nueva Huelva, además de en un
factor de dinamizacion de la ciudad y en un sugerente reclamo para los
visitantes.
Huelva, en suma, está
de enhorabuena. Pero lo más importante, tal vez sea, que el camino urbanistico,
social y económico que ha emprendido parece no tener marcha atrás.
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